Humo del cigarro afecta a los labios, lengua, faringe y esófago

 Operativos de DIGESA. Investigación revela que en uno de cada 3 locales públicos se permite fumar pese a la ley. Imponen sanciones a discotecas y casinos en los distritos de San Miguel, Los Olivos, Lurín y Comas.

Milagros Berríos

 

Hace 13 años a Edmundo Mendoza Gonzales se le apagó la voz. Para quitarle el cáncer tuvieron que extirparle las cuerdas vocales. Ahora, con 64 años, utiliza una nueva forma de comunicación: robótica, firme y ya no tan suya. Coge una máquina similar a una linterna (servox), la coloca en su mentón y de pronto sus ideas adquieren sonido artificial. 

 

A los 14 años, el aún joven andahuaylino fumaba cinco cigarros al día. Así vivió en Chincheros y continuó en Lima. Desde 1997, el volumen de su voz caía. Estaba en etapa avanzada de cáncer a la laringe.

El humo del tabaco es el único producto que puede afectar –en igual proporción– al consumidor y su entorno. Ataca las zonas que recorre: labios, lengua, esófago y laringe, como ocurrió con Edmundo.

 

En el Perú se estima que alrededor de 16 mil personas fallecen por enfermedades relacionadas al consumo de tabaco. El Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) atiende 400 casos anuales de pacientes con cáncer de pulmón: el 90% son fumadores y el resto de personas ha estado cerca de ellos.

 

Esto último tiene como soporte la Ley N° 29517, que se adecúa al Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud, y que prohíbe fumar en establecimientos como hospitales, centros educativos, lugares de trabajo, medios de transporte, centros comerciales y otros espacios públicos.

 

Esta situación se debería aplicar –en su totalidad– desde el 2011, eliminando así a los denominados "ambientes para fumadores". Sin embargo, en lo que va del año, la Dirección General de la Salud Ambiental (Digesa) inspeccionó a 49 establecimientos públicos de Lima, de los cuales 15 fueron sancionados por incumplir con la ley. 

 

De allí se desprende que, en promedio, 1 de cada 3 locales públicos permite que los visitantes consuman tabaco en sus ambientes. El titular de la Digesa, Elmer Quichiz, detalla que la mayoría de casos se registra en hoteles, discotecas y casinos. Entre los distritos están Los Olivos, San Miguel, Lurín, Comas y Cercado de Lima. 

 

Carlos Bromley, de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud, considera que existe un mayor consumo de tabaco, pero está encubierto. "Los mismos usuarios esconden el producto. Existen además locales informales donde no se puede efectuar una adecuada fiscalización", considera.

 

Estos establecimientos, además de albergar ambientes con señalización incorrecta, disponen de ceniceros. Su  sanción por incumplir la norma solo es entre 0.5 a 1 de la Unidad Impositiva Tributaria; es decir, lo máximo son S/. 3.850.

 

Debido a que esta suma es mínima para los grandes negocios, la Digesa trabaja un proyecto para elevarla a 10 UIT. Falta su debate en el Congreso.